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Las energías renovables han traído una nueva manera de consumir electricidad. Un ejemplo es el autoconsumo de electricidad. El aumento de su popularidad se debe a que la instalación de estas tecnologías ya está al alcance de personas y empresas; además de haberse establecido los procedimientos administrativos que regulan su instalación.
El uso de las energías renovables para generar electricidad se está popularizando globalmente. Pero no solo en una gran escala, con compañías eléctricas generando y distribuyendo energía, sino también en una pequeña escala, que es la escala del consumidor. El autoconsumo, que rompe con el sistema tradicional de generación de electricidad en grandes plantas eléctricas y que luego se distribuye hasta nuestras casas, les da a los consumidores la posibilidad de generar su propia energía. Las principales ventajas son una mayor autonomía y menores costos.
Además de contribuir a frenar el cambio climático usando energía renovable, este modo de consumo tiene otras ventajas para los consumidores y la sociedad. Veamos algunos de ellos:
El autoconsumo puede ser llevado a cabo por individuos, familias, empresas, centros públicos, etc. Siempre y cuando la electricidad producida solo la utilicen los mismos.
Gracias al I+D y las economías de escala, el coste de la energía solar fotovoltaica se reduce constantemente desde que se fabricaron los primeros paneles solares comerciales, su coste de generación eléctrica ya es competitivo con las fuentes de energía convencionales en un creciente número de regiones geográficas.
La industria del autoconsumo fotovoltaico tiene la misión de acompañar a las familias, pequeñas y medianas empresas de Colombia, a encontrar la solución de energía solar que se ajuste a sus necesidades y motivaciones, contribuyendo con la economía familiar, la competitividad empresarial y un mejor mundo para las generaciones actuales y futuras.
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